Otro libro que me dejo bastante sorprendida. Me he dado cuenta como aquellos cuentos en los que no aparece ni una letra son mucho mejor para los niños de educación infantil. Trabajan la imaginación, la creatividad, incluso te cuentan cosas de su día a día, de su vida cotidiana. Los dibujos dan juego a gran cantidad de acciones desde la ventana que tienen en su habitación donde hay un pajarito hasta el parque donde van todas las tardes a reunirse con sus amigos. Este cuento ha sido increíble. Hemos partido de la cresta de un gallo y poco a poco se ha ido alejando hasta llegar a ser un crucero, y finalmente acabar en un puntito encontrado en el universo.
Y lo que realmente me gusta de todo esto es que en cada hoja se le puede preguntar al niño que vendrá después. Y ellos te contestan todo tipo de respuestas aleatorias, y cada una de ellas distinta a las demás. Los niños se vuelven locos con todos los dibujos que encuentran en un libro, quieren verlos, tocarlos, hasta incluso a veces, representarlos.
Este tipo de cuentos sirven para trabajar la oralidad de los niños, una parte fundamental desde que empiezan con los primeros sonidos y las primeras vocales. Aprenden a expresar sus sentimientos, sus emociones, sus experiencias...
Y qué bonito es que los niños aprendan sonriendo y divirtiéndose. Realmente para un docente creo que es lo más satisfactorio.
Aquí os dejo el link de un vídeo donde podéis verlo vosotros mismos.
Cuento : ZOOM
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